sábado, 3 de septiembre de 2011

Lo que más me gusta del mundo ^^

Llevo pensando varios días qué escribir en mi primera entrada sobre un tema en particular, ya que la anterior fue como una pequeña presentación. Quizás parezca una tontería, pero para mí es importante pues creo que las cosas de las que escriba una persona reflejan mucho cómo es. Y la forma de expresarlo también, sobre todo para mí que mi carrera va de eso.
Medité sobre varios temas como una de mis películas favoritas (Spiderman, que la emitieron en abierto hace unos días), un libro que mi amiga me ha dejado y me está gustando mucho, sobre algún tema de fútbol (que abundan jajaja)... Al final me he decantado por hablar de lo que más me gusta del mundo y que es a la vez real y fascinante... mis tres primas pequeñas.

No me considero una persona sabia, ni inteligente, ni con grandes conocimientos; sobre todo porque no los tengo, pero si me gusta reflexionar sobre las cosas, aprender de lo que veo y de las experiencias de los demás. Todo esto viene porque los niños nos enseñan más de lo que creemos, y si prestamos atención pueden demostrarnos que la vida es más sencilla y bonita de lo que a veces parece o hacemos que sea.
Por eso me encanta estar con ellas, además de porque me lo paso ''pipa''. A veces yo parezco otra niña de 8 años que hace mil tonterías jaja, pero me da igual lo que puedan opinar los demás; porque yo soy feliz pasando tiempo con ellas, pero sobre todo me gusta hacerlas y verlas felices, pues son lo que más quiero.

Los niños son la inocencia y la autenticidad en persona, es la diversión, la evasión de problemas... es el revivir tu época de niñez, en la que todas las personas hemos sido ángeles que desgraciadamente se han corrompido, y han preferido sacar de ellas esa gota de inocencia que todos tenemos dentro aunque los años pasen y nos vayamos haciendo mayores.
Por muy ancianos que seamos, por muchos problemas que tengamos, por mucha madurez que hayamos adquirido, todos tenemos un mini-yo que despierta de sus sueños en gestos como risas por una palabra tonta, alegría y diversión por jugar con una pelota y llantos y necesidad de consuelo por un corte en el dedo.
Por eso mis primas son tan importantes porque me recuerdan que la vida es bonita y que hay que luchar con lo que venga, porque somos personas que aprenden creciendo y luchando con lo que sea; y que necesitan sentirse niños de vez en cuando para afrontar el a veces aterrador mundo del niño mayor, en el que los problemas conllevan mayor importancia y nos producen mayor efecto en nuestra vida.
Así, que quiero a mis primas por encima de todo, y gracias a ellas aprendo cada día más.

Ojalá la gente no tenga miedo de ser feliz de verdad, que disfruten como niños grandes y que conserven la autenticidad y humildad con la que nacemos. Al fin y al cabo solo se vive una vez...


1 comentario:

  1. Es curioso que la escritora de esta entrada sea aquella que siempre es capaz de sacar el niño que todos llevamos dentro.
    A día de hoy sigo viendo un oso panda y riéndome sin motivo aparente... ¿y tú?¿sigues siendo aquella niña?

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